“El amor es un antiguo río que, al unirse, se vuelve más caudaloso, reflejando el cielo en sus aguas serenas.”

Ver el amor como un río nos enseña sobre la fluidez y la fuerza de la unión. Dos corrientes individuales se fusionan, creando una fuerza mayor que nutre la tierra a su paso.

Este cariño compartido no solo amplifica la experiencia individual, sino que crea un espejo de serenidad, donde ambos reflejan la belleza del cielo, simbolizando la paz y la armonía alcanzadas.

Es un legado que fluye, uniendo pasado, presente y futuro en su curso continuo.