“El amor, como un río ancestral, fluye a través de las generaciones, nutriendo la historia familiar.”

El amor se perpetúa y se transmite, actuando como una corriente continua que conecta el pasado, el presente y el futuro.

Cada generación hereda y expande este legado de afecto, creando un tapiz de experiencias y valores compartidos. Piensa en un gran río que, alimentado por innumerables afluentes, desemboca en el océano, llevando consigo la vida y la memoria de la tierra.