“El amor resiliente no es el que evita las caídas, sino el que aprende a levantarse con más fuerza, juntos.”

Las relaciones verdaderamente fuertes no están exentas de desafíos. La resiliencia en el amor se manifiesta en la capacidad de superar juntos los obstáculos, saliendo fortalecidos de cada prueba.

Es como un árbol joven que, azotado por el viento, dobla sus ramas pero no se quiebra, y al día siguiente se yergue más firme. Esa fortaleza compartida, esa voluntad de recuperarse y seguir adelante, es lo que define un amor duradero.