“El verdadero enamoramiento es descubrir la obra de arte en la vida cotidiana del otro.”

El enamoramiento no se esconde en grandes gestos, sino en la apreciación de los detalles cotidianos que hacen única a una persona.

Es como hallar un diamante en bruto en la rutina, o admirar la pincelada maestra en la forma en que alguien sonríe al despertar. Esta mirada de pasión transforma lo ordinario en extraordinario, celebrando la belleza intrínseca del ser amado.

Una apreciación estética del alma.