“Navegar en el mar del afecto requiere la brújula del respeto.”

El afecto sincero se cimienta en la admiración y la consideración. Sin el respeto, incluso la pasión más ardiente se convierte en una embarcación a la deriva, vulnerable a las tormentas de la indiferencia y el desdén.

Piensa en el amor como un viaje exploratorio. El respeto es el mapa y la brújula que guían tus pasos, asegurando que cada puerto sea un descubrimiento mutuo y no un territorio conquistado. Te permite honrar las diferencias y celebrar las singularidades.