“Tu esencia es el verso que mi alma deseaba escribir.”

El enamoramiento puede ser el impulso inicial, pero es la conexión profunda con la esencia del otro lo que da lugar a un afecto duradero. Cuando la identidad de la persona amada se convierte en la inspiración para nuestra propia expresión, el amor se transforma en una obra de arte viva y en constante evolución.

Es como encontrar la palabra precisa que completa una frase, el color que da vida a un lienzo. La devoción se nutre de reconocer y celebrar esa chispa única en el otro, permitiendo que nuestro propio espíritu florezca.