“El enamoramiento es el primer trazo de un lienzo que la devoción pintará con constancia.”

El enamoramiento es esa chispa inicial, el deslumbramiento que nos lleva a descubrir una nueva faceta del mundo a través de los ojos de otra persona. Es la promesa vibrante de lo que podría ser, la anticipación de un viaje juntos.

Sin embargo, la verdadera maestría del amor reside en la devoción que sigue. Es el acto consciente de seguir añadiendo capas de cuidado, respeto y comprensión al lienzo inicial. La constancia, como el pintor que pacientemente añade detalles y matices, es lo que convierte la emoción fugaz en una obra de arte duradera, profunda y llena de significado.