“El amor es la alquimia que transforma la cotidianidad en maravilla.”

El amor posee una magia intrínseca, capaz de revestir los momentos más mundanos con un brillo extraordinario. No se trata de grandes gestos, sino de la mirada que embellece lo simple, la palabra que eleva lo ordinario. Es como encontrar un tesoro oculto en el jardín de la rutina, donde cada flor, antes indiferente, florece con un propósito renovado.