“El amor maduro es el reflejo sereno de dos almas que se han elegido.”

El enamoramiento inicial puede ser fuego, pero el amor maduro es esa calma serena que surge de la elección consciente y continua. Es la elección diaria de seguir viendo, apreciando y eligiendo al otro, reconociendo su valor más allá de las pasiones efímeras.

Es como mirar un lago tranquilo después de una tormenta; el agua se ha asentado y refleja claramente el cielo. Esta elección de amor refleja una profunda comprensión y un respeto mutuo, construyendo una conexión sólida y duradera.