“La entrega en el amor es la libertad de ser vulnerable y ser amado.”

Rendirse al afecto profundo es un acto de valentía que abre las puertas a la vulnerabilidad. Es en esa entrega sincera, donde se despojan las armaduras, que el amor auténtico encuentra el espacio para anidar y nutrirse, aceptando al otro en su totalidad.

Es como un río que fluye libremente hacia el mar; no se resiste a su destino. Esta disposición a mostrar nuestras partes más frágiles es, paradójicamente, lo que nos hace fuertes en el amor, creando un espacio seguro para ser completamente nosotros mismos.