“El enamoramiento es el destello inicial de una chispa que, con cuidado y devoción, puede encender la hoguera perenne de un amor eterno.”

El enamoramiento es esa primera descarga eléctrica, un instante de fascinación que ilumina el camino. Sin embargo, para que esa luz se convierta en un fuego que perdure, requiere la entrega constante de leña, el cuidado y la devoción de quienes lo alimentan.

Es como plantar una semilla de flor exótica. La belleza inicial del brote es cautivadora, pero su florecimiento pleno y su resistencia dependen del sol, el agua y la atención diaria. Así, la pasión inicial se nutre para transformarse en un amor profundo y duradero.