“El amor incondicional es el abrazo eterno de un alma que no juzga, solo acoge.”

El amor incondicional es el abrazo eterno de un alma que no juzga, solo acoge. Es aceptar al otro tal como es, con sus luces y sus sombras, sin intentar cambiarlo.

Este tipo de afecto es un refugio seguro, un lugar donde uno puede ser vulnerable sin temor a ser rechazado. Es la comprensión profunda de que la imperfección es parte intrínseca de la humanidad.

Imagina un manto estelar que cubre todo, sin distinción. El amor incondicional es esa cobertura celestial, que protege y conforta.