“El afecto sincero es el lenguaje universal que ninguna barrera puede silenciar.”

El cariño genuino, ese que nace del corazón sin pretensiones, tiene la cualidad de trascender cualquier idioma, cultura o diferencia. Es una comunicación innata, un entendimiento que se transmite a través de miradas, gestos y una simple presencia reconfortante.

Piensa en un bebé que sonríe a un extraño y recibe una sonrisa a cambio, o en dos personas de diferentes orígenes compartiendo un momento de empatía. Es la manifestación pura de la conexión, un amor que no necesita traductor.