“El apego es el ancla que nos devuelve a la calma.”
En medio de la turbulencia de la vida, el amor nos ofrece un refugio. El apego, esa sensación de pertenencia y seguridad que encontramos en otra persona, actúa como un ancla que nos mantiene firmes, permitiéndonos encontrar serenidad y fortaleza ante cualquier tormenta. Es el puerto seguro.