“La pasión es el fuego que mantiene viva la llama del amor, alimentada por la admiración.”

La admiración mutua es el combustible esencial para una pasión duradera. Cuando contemplamos en el otro cualidades que valoramos y respetamos, esa admiración aviva la llama del deseo y el anhelo. Es este fuego el que da calor y vitalidad a la relación, manteniendo el amor vibrante.

Este afecto alimentado por la admiración fortalece la devoción y crea un apego que arde con intensidad.