“La pasión es el fuego alquímico que transmuta la rutina en rito sagrado.”

Se presenta la pasión como un catalizador de transformación vital.

No se trata solo de un arrebato momentáneo, sino de una fuerza que infunde propósito y significado a las actividades diarias, elevándolas a un nivel casi ceremonial.

Este enamoramiento constante, esa chispa que aviva la llama, es lo que hace que la vida compartida se sienta especial y reverenciada, como un antiguo ritual.