“El amor es el susurro cósmico que une las almas errantes.”

El amor es el susurro cósmico que une las almas errantes.

Esta frase nos invita a pensar en el amor no como un simple sentimiento terrenal, sino como una fuerza universal, una vibración sutil que resuena en el tejido del universo. Es ese eco profundo que, al ser escuchado, atrae a quienes estaban destinados a encontrarse, como dos notas perfectas que se buscan en una sinfonía infinita.

Imagina dos estrellas nacientes, separadas por vastas distancias. A pesar de la inmensidad del espacio, hay una conexión invisible, un llamamiento silencioso que las impulsa a orbitar en armonía. Así es el amor: un hilo de energía pura que teje lazos inquebrantables entre seres, incluso antes de que sus caminos se crucen conscientemente.

Es la pasión que, lejos de ser efímera, se convierte en la guía estelar que ilumina la travesía de la existencia, asegurando que nadie navegue en soledad perpetua.