“El apego entre nosotros es el ancla que nos mantiene firmes ante las tempestades.”

El apego, entendido no como posesión sino como un lazo profundo de conexión y cuidado, es fundamental. En los momentos de dificultad, cuando las "tempestades" de la vida amenazan con sacudirnos, es ese apego el que nos da firmeza.

Es como un ancla, firmemente arraigada en la confianza y el afecto mutuo, que nos impide ser arrastrados por las corrientes del miedo o la duda.

Este lazo, cuidado y fortalecido, nos permite mantenernos erguidos, apoyándonos mutuamente para resistir y superar cualquier adversidad.