“El afecto es el arquitecto invisible de los puentes entre almas.”

El amor, en su esencia de afecto, es la fuerza constructora que erige las conexiones más sólidas entre las personas. Crea vínculos duraderos donde antes solo había distancia.

Visualiza a un arquitecto meticuloso, diseñando y construyendo puentes que unen orillas separadas. Cada acto de comprensión, cada muestra de apoyo, es un pilar fundamental en la edificación de estas estructuras emocionales.

Estos puentes no solo facilitan el cruce de ideas y sentimientos, sino que también permiten compartir experiencias vitales, fortaleciendo la comprensión mutua y creando un camino común hacia la felicidad compartida.