“Descubrir el amor es encender la chispa que ilumina los rincones olvidados del ser.”

A veces, la vida puede sentirse como una habitación a oscuras, llena de potenciales que no podemos ver. El enamoramiento, en su forma más pura, es como encontrar el interruptor. De repente, los colores emergen, las texturas se revelan y el espacio adquiere un nuevo significado.

Es ese momento cuando el cariño se convierte en un faro, guiando no solo el camino, sino también revelando la belleza intrínseca de uno mismo y del mundo que nos rodea. Un apego que disipa las sombras, permitiéndonos ver con una claridad renovada.