“En el amor, el espacio entre dos almas es tan vital como la unión misma.”

La calidad de la relación amorosa no solo reside en la cercanía, sino también en la capacidad de mantener la individualidad y el respeto por el espacio del otro.

Una relación saludable, nutrida por el apego equilibrado, permite que cada persona respire y crezca. Es en esa distancia respetuosa donde reside la verdadera libertad y la profundidad del vínculo, evitando la fusión asfixiante.