“El amor es el eco del alma que se encuentra en el desierto de la soledad.”

El amor, en su esencia más pura, es esa resonancia profunda que nuestro ser emite cuando reconoce a otro ser afín. No es solo una conexión superficial, sino una vibración que nace en lo más íntimo de nuestro espíritu, un murmullo que, al hallar su contraparte, se convierte en un cántico que disipa el vacío.

Imagina la vastedad de un desierto, donde la ausencia de vida clama por una señal, un eco que demuestre que no estamos solos. El amor actúa como esa primera onda sonora, que viaja a través de la arena y el silencio, trayendo consigo la promesa de compañía y comprensión. Es el reconocimiento mutuo de la propia existencia en el reflejo del otro.