“La fortaleza del amor reside en la resiliencia del afecto ante las tormentas de la vida.”

El cariño no se define por la ausencia de problemas, sino por la capacidad de sobrellevarlos juntos. Cuando el amor es un verdadero ancla, la adversidad no lo rompe, sino que fortalece sus raíces. Esta devoción es un pacto tácito de apoyo mutuo, un compromiso de navegar las aguas turbulentas con la certeza de tener un puerto seguro en el otro.