“El amor es la savia que nutre las raíces de la esperanza.”

El afecto y la conexión que experimentamos son el sustento vital para mantener viva la esperanza, incluso en los momentos más oscuros.

Considera un árbol en invierno, sus ramas desnudas pero sus raíces firmes bajo tierra. El amor es esa savia que circula, alimentando la vida latente y asegurando que, con la llegada de la primavera, las nuevas hojas puedan brotar. Es la fuerza que nos impulsa a creer en un futuro mejor, alimentado por el cariño y la devoción.