“El afecto es la brisa suave que acaricia las velas del alma, impulsándonos hacia horizontes de felicidad.”

Visualiza un velero navegando con gracia sobre aguas tranquilas, impulsado por una brisa constante. El afecto actúa como esa fuerza vital que nos da dirección y motivación.

No es un empujón violento, sino un aliento delicado que nos permite avanzar. Este sentir genuino nos impulsa a buscar la alegría, a conectar con otros y a encontrar significado en el viaje, abriendo el camino hacia la plenitud y la realización personal.