“En el lienzo del amor, la pasión pinta los trazos audaces, la ternura los detalles sutiles.”

El amor es una obra de arte en constante creación. La pasión aporta la energía y la audacia, esos trazos fuertes y vibrantes que capturan la atención y la intensidad del momento.

La ternura, por otro lado, se encarga de los detalles, los matices de color, las sombras y las luces que dan profundidad y realismo a la imagen. Es la combinación de ambos, la audacia de la pasión y la delicadeza de la ternura, lo que crea un retrato completo y conmovedor de un afecto duradero.