“La devoción en el amor es el faro que guía en la tormenta del desánimo.”

En los vaivenes de la vida, surgirán momentos de duda, de cansancio, de lo que podríamos llamar la "tormenta del desánimo". Es fácil sentirse perdido en la oscuridad.

La devoción actúa como un faro inquebrantable. Su luz constante no solo ilumina el camino de vuelta, sino que también reafirma la razón por la cual seguimos navegando. Es un compromiso silencioso, una promesa de estar presente, incluso cuando el cielo se nubla y las olas de la adversidad se alzan.