“El apego genuino se revela en la libertad que el otro encuentra a tu lado.”

El verdadero amor no aprisiona; libera. Si tu presencia, en lugar de anclar a alguien, le da alas para desplegar su potencial, entonces has encontrado un apego auténtico.

Es ver al ser amado crecer, explorar y ser su mejor versión, sabiendo que tu apoyo es un trampolín, no una cadena.

Piensa en el vuelo de una cometa: sujeta por un hilo, pero su verdadero propósito es danzar con el viento, explorando las alturas.