“El amor es la alquimia que transforma la soledad en un universo compartido.”

En el crisol del afecto genuino, dos almas se funden, no para desaparecer, sino para crear una nueva constelación de experiencias y sentimientos. Es un proceso alquímico donde la individualidad se enriquece al fusionarse, disipando las sombras de la desolación para dar paso a un cosmos vibrante de entendimiento y complicidad.

Piensa en dos gotas de lluvia que, al encontrarse en el rocío de una mañana, no se diluyen, sino que forman una perla más grande y resplandeciente, reflejando el mundo entero. Así el amor, al unir lo que estaba separado, construye un espacio infinito de posibilidades.