“El amor es el eco de dos almas que, al encontrarse, reconocen su hogar.”

Existe una resonancia profunda cuando dos espíritus se encuentran, un afecto que se siente como un regreso.

El enamoramiento es a menudo el preludio de este reconocimiento, un llamado instintivo hacia lo que se siente familiar. Imagina una melodía que has escuchado en sueños y que, al fin, encuentras en la realidad; así puede ser la conexión amorosa.

La devoción surge de esta sensación de pertenencia, de encontrar en el otro ese puerto seguro, ese espacio donde el alma descansa y se siente completa.