“La devoción es el fuego sagrado que alimenta la llama del compromiso, nunca menguando, siempre brillando.”

La devoción es esa fuerza interior que sostiene la llama del amor, manteniéndola viva y resplandeciente incluso ante los embates del tiempo y las circunstancias. Es un compromiso profundo que se renueva constantemente. Piensa en un ritual ancestral donde el fuego se mantiene encendido día y noche, alimentado con cuidado y reverencia. La devoción hacia el ser amado es ese mismo acto de preservación y veneración constante, asegurando que la luz nunca se apague.