“El enamoramiento es la chispa que enciende el polvorín del destino.”

El enamoramiento es la chispa que enciende el polvorín del destino.

Este torbellino inicial, lleno de pasión y descubrimiento, es el catalizador que puede alterar irrevocablemente el curso de nuestras vidas. Es el momento en que dos caminos se cruzan y, de repente, el futuro se expande en infinitas posibilidades.

Como una cerilla que ilumina la pólvora, el enamoramiento predice una explosión de experiencias compartidas, de aventuras y transformaciones. Es el preludio de un viaje donde lo inesperado se convierte en la norma, guiado por la fuerza invisible del vínculo incipiente.