“El amor es el lenguaje secreto que el corazón dicta a la piel.”

Esta metáfora poética habla de la comunicación no verbal y la conexión íntima que el amor permite.

A veces, las palabras se quedan cortas para expresar la profundidad de lo que sentimos. El amor se manifiesta entonces en el roce de las manos, en una mirada sostenida, en un suspiro compartido. Es como si el corazón, un maestro callado, dictara un código secreto que la piel, el receptor más sensible, interpreta y responde sin necesidad de un sonido.

Este lenguaje universal, cargado de pasión y ternura, habla de un entendimiento que va más allá de la lógica, conectando dos almas a un nivel visceral y primordial.