“El enamoramiento es la melodía inicial que seduce al alma, pero el apego es el ritmo constante que la mantiene danzando.”

La fase inicial del enamoramiento puede ser embriagadora, llena de euforia y anticipación. Sin embargo, es el apego seguro y confiado, construido sobre la base del conocimiento mutuo y la aceptación, lo que permite que la relación mantenga su cadencia y su vitalidad a lo largo del tiempo.

Es como una canción que empieza con un crescendo emocionante y luego encuentra un compás rítmico y armonioso. El enamoramiento es el crescendo; el apego es el ritmo que invita a seguir moviéndose juntos, con solidez y gracia, a través de las diferentes etapas de la vida.