“El amor verdadero no se encuentra, se construye ladrillo a ladrillo con gestos de bondad.”

Rechazando la idea del amor como un hallazgo fortuito, esta frase nos invita a considerarlo como un proyecto de construcción diaria. Cada acto de bondad, cada palabra de aliento, cada gesto de comprensión son los ladrillos con los que edificamos una estructura sólida y duradera. La pasión puede encender la chispa inicial, pero es la dedicación constante y la amabilidad lo que solidifica los cimientos, creando un hogar en el corazón del otro.