“El enamoramiento es la chispa que enciende la hoguera de un cariño duradero.”

La pasión inicial, ese arrebato electrizante, es solo el comienzo. Es la lumbre que aviva la leña, preparándola para arder con una calidez constante y reconfortante. Si se nutre con respeto y atención, esa chispa puede transformarse en una llama perpetua, iluminando el camino incluso en las noches más oscuras de la vida.